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El factor tecnológico de la compra online, qué hacer con la tienda

El factor tecnológico de la compra online, qué hacer con la tienda

¿Cuándo fue la última vez que te pasaste el día entero de compras? Es probable que hace mucho, a juzgar por los datos que se desprenden de la situación del comercio minorista en España. ¿Qué papel juega el factor tecnológico de la compra online y qué puedes hacer con la tienda física?

En el artículo de hoy te explicaremos las dificultades que atraviesa la compra a pie de calle, cómo se integra la tecnología en ella, y hacia dónde evoluciona el sector minorista.

Datos sobre la tienda física

No hace falta decir que el comportamiento del consumidor ha cambiado radicalmente en los últimos años.

De tener que salir de casa a comprar absolutamente todo, hemos pasado a que no salir para nada sea posible.

Según Estudio Anual de eCommerce 2018 de IAB Spain elaborado por Elogia, el 71% de los internautas españoles compra online, siendo los productos físicos los que mayor porcentaje de cuota han conseguido, un 90%.

¿Cómo se traduce esto en la tienda física?

Muchas de ellas han tenido que cerrar, otras, comenzar a vender online para no ver caer su cuota de mercado y ampliar horizontes e incluso gigantes como Amazon han tenido que abrir alguna tienda física. ¿Qué está pasando?

De adquisición de productos a experiencias compartidas

Aquellos que predijeron la muerte de la tienda física está claro que no han acertado. Es más, empresas que son puramente digitales como Apple o Amazon, han abierto tiendas físicas para poder hacer frente a una demanda muy humana, la experiencia.

Aunque la tecnología nos ha proporcionado una comodidad indudable, muchas personas han desarrollado un patrón mixto al que es probable que evolucionen los minoristas: fuerte presencia online y unas cuantas tiendas físicas en las que los consumidores puedan ver y tocar los productos.

Porque los clientes quieren interacciones, no solo transacciones. Quieren un toque personal, una visión individual. 

Cómo mejorar la tienda física

Según el análisis desarrollado por la consultora KPMG en 2018, UK Customer Experience Excellence, la personalización es el componente más valioso de la mayoría de las experiencias de compra. ¿Qué mejor manera de proporcionar personalización que de cerca y en la tienda?

Sephora, por ejemplo, está implementando tecnologías de realidad aumentada (AR) en su aplicación en un intento por que los consumidores prueben los productos antes de comprar. Algo así como una experiencia omnicanal con un giro tecnológico.

Ikea implementó en 2018 IKEA Place, una aplicación de realidad aumentada que te ayuda a decorar tu hogar virtualmente. Además, ante el auge de la compra online, y a pesar de no estar alineado con su filosofía de “hazlo tú mismo para que los precios sean menores”, ha implementado en su web la venta online, con recogida en la tienda y envío a domicilio.

Cómo integrar el factor tecnológico de la compra online en la tienda

Esta tecnología permite a los consumidores interactuar con las marcas de nuevas maneras y llevar sus experiencias a las visitas y compras en la tienda física.

La industria de la moda, que tradicionalmente ha sido la más lenta para abarcar la tecnología y el comercio electrónico, apunta a mantener la sensación de exclusividad entre los clientes, ofreciendo descuentos a los usuarios que se registren en sus aplicaciones o que compren a través de la web.

Incorporar nuevos canales de venta no es lo único que pueden hacer los retailers para mejorar la experiencia de usuario.

Llevar la tecnología a la tienda física puede mejorar la experiencia, con kioscos de venta, pasarelas de pago y consultas del stock en otras ubicaciones para evitar que los clientes salgan de allí sin haber realizado ninguna compra.

El fin de la tienda física parece estar lejos todavía, pero no conviene dormirse en los laureles, ya que su supervivencia pasa necesariamente por aplicar el factor tecnológico de la compra online en el punto de venta.