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La resiliencia de las tiendas físicas frente al comercio electrónico

La resiliencia de las tiendas físicas frente al comercio electrónico

Las tiendas físicas siguen siendo una parte importante del mundo minorista.  

Aunque el comercio electrónico ha crecido a un ritmo vertiginoso, todavía hay una gran cantidad de consumidores que prefieren la experiencia sensorial de comprar en una tienda física. 

En este artículo hablamos de los dos factores que hacen únicas a las tiendas físicas: la experiencia de compra y la capacidad de personalización.

La importancia de la experiencia de compra en las tiendas físicas

La experiencia de compra que ofrecen las tiendas físicas es insustituible. El cliente puede ver, tocar y probar los productos antes de comprarlos, algo que no es posible comprando por internet. Además, de la posibilidad de hablar con el dependiente y con otros clientes. 

Como hemos comentado en otras ocasiones, los consumidores buscan algo más que comprar productos o servicios en una tienda física. Quieren vivir una experiencia de compra única, que les permita interactuar con la marca y sentirse parte de ella.

Por eso, las tiendas físicas deben esforzarse en crear ambientes agradables y atractivos para el cliente, que tengan en cuenta tanto sus necesidades como sus deseos. Se trata de una estrategia que no solo fomenta la fidelidad del cliente, sino que también les ayuda a impulsar el crecimiento de la marca de la tienda. Permite conectar de manera más personal con sus clientes. 

De hecho, el papel de las tiendas físicas va más allá de una simple experiencia sensorial. Las tiendas físicas también actúan como puntos de contacto físicos para las marcas que hay detrás. Son lugares en los que los consumidores pueden interactuar con la marca y sentir una conexión emocional con ella. Esto es particularmente importante para construir relaciones duraderas con sus clientes.

Al crear experiencias únicas, las tiendas físicas pueden ayudar a crear clientes leales que regresen una y otra vez.

La personalización en las tiendas físicas

La personalización en las tiendas físicas se aplica a cualquier tipo de producto o servicio, desde zapatos y ropas hasta muebles y maquinaria de todo tipo. Y se corresponde con la experiencia de compra en sí misma.

La personalización en las tiendas físicas consiste en moldear la experiencia de compra al usuario en cuestión.

Para poder adaptarse al comprador, es importante conocerle. Por eso, es importante dedicarle tiempo a cada usuario y hacer un esfuerzo por comprender su situación y sus motivaciones.

Una vez conocemos a nuestro comprador, el siguiente paso es la creatividad. La personalización puede ser de todo tipo, desde la ambientación y decoración, hasta la atención personalizada y el servicio al cliente.

Obviamente, variará mucho en función del valor del ticket medio y de la afluencia de clientes.  En las tiendas de alto valor, donde el ticket medio es más alto, es más factible invertir recursos en personalización, como tecnología de seguimiento de clientes y análisis de datos en tiempo real. En tiendas con una gran afluencia de clientes, la personalización es más compleja, pero, aun así, es posible ofrecer un trato personalizado en el cara a cara.

Además, si se cuenta con recursos para invertir, la personalización se puede mejorar gracias a la tecnología. Por ejemplo, se pueden utilizar sistemas de seguimiento de clientes basados en sensores o aplicaciones móviles para rastrear la ubicación de los clientes en la tienda y ofrecerles ofertas específicas o información relevante. También se pueden utilizar sistemas de análisis de datos para identificar patrones de compra y preferencias. Pero no es estrictamente necesario. Como comentamos, todavía se puede personalizar el trato en el día a día.

La clave en tienda física está en hacer que cada cliente se sienta especial y valorado, lo que puede aumentar la lealtad y las ventas.