Elegir e implementar un sistema ERP es una inversión importante y debería planificarse con detalle. Existen numerosas soluciones en el mercado, por lo que es normal que el usuario se sienta abrumado a la hora de elegir la mejor solución para su empresa.
Desafortunadamente no existe una fórmula que nos ayude a tomar la decisión. Lo más adecuado es informarnos bien y entender qué tipos de sistemas de software existen para elegir el más que se acerque a nuestras necesidades.
En el post de hoy ahondamos en la definición del ERP modular, en sus tipos y en sus beneficios.
¿Qué es un ERP modular?
Un ERP modular es un software de gestión empresarial completamente adaptado a las necesidades de la empresa que lo integra. Está compuesto únicamente por los módulos de software que necesita el negocio.
La característica que distingue al ERP modular es que está hecho a medida, según las necesidades de un negocio concreto. La empresa en cuestión elige los elementos que necesita.
Se trata de una modalidad muy atractiva porque permite ahorrar recursos a la hora de contratar la solución. Y, en caso de que el negocio crezca o necesite añadir nuevas funcionalidades, se pueden ir añadiendo.
¿Qué tipos de módulos ERP existen?
Dentro de los ERP modulares, se suelen distinguir tres tipos de módulos:
- Módulos básicos
Los módulos básicos son los bloques que forman parte de la solución más básica. Por lo tanto, no son negociables. Hay que aceptarlos como parte del ERP.
- Módulos opcionales
Los módulos opcionales son más específicos y responden a necesidades concretas. Por lo tanto, se pueden añadir cuando se necesiten determinadas funcionalidades.
- Módulos verticales
Los módulos son aún más específicos que los opcionales. De hecho, son totalmente especializados y se desarrollan a medida para cada industria o problema concreto.
¿Cuáles son los beneficios de los ERPs modulares?
En entornos empresariales cambiantes, las empresas también han de estar en constante movimiento y adaptándose. Los sistemas ERP modulares, ya sean en la nube o on premise, facilitan esa adaptabilidad. Permiten que la empresa se enfoque en los puntos críticos urgentes de la organización, sin aportar distracciones. De hecho, proporcionan una visión precisa de lo que es prioritario. Por ejemplo, si en tu empresa todavía no estáis trabajando campañas de nurturing, puedes prescindir de ese módulo.
La modularidad se traduce en una solución a medida. La empresa elige qué quiere, qué necesita y cómo lo configura. De este modo, también ajusta los costes del ERP a sus necesidades reales. El coste de añadir una nueva funcionalidad o módulo también resulta mucho más asequible que una solución completa.
Además, la organización tiene más tiempo para entender y adaptarse a los nuevos procesos y soluciones, en vez de tener que adaptarse completamente a un sistema nuevo, ya que, se el equipo se puede ir acostumbrando de forma gradual.
BONUS: ¿Cuál es la diferencia entre un ERP modular y un ERP integrado?
A diferencia del ERP modular, el ERP integrado incluye todas las modalidades y funcionalidades que puede requerir un software de gestión empresarial desde el principio. No necesita ningún tipo de añadido porque ya cuenta con todas las funcionalidades existentes desde el inicio, con el coste que pueda implicar.
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