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Cómo impulsar la transformación omnicanal de las empresas

Cómo impulsar la transformación omnicanal de las empresas

Las empresas online compiten cada vez más por la atención de los usuarios. Para destacar entre la multitud, han de dirigirse a sus clientes de forma individualizada. Apostar por la omnicanalidad puede ser el primer paso.

¿Qué es una estrategia omnicanal y qué beneficios brinda a las empresas? 

Las estrategias omnicanales tienen como objetivo mejorar la experiencia del cliente (más info sobre los hábitos de consumo aquí), por lo que ayudan a los comercios online a trabajar en ese valor diferencial. Las tácticas de las que se vale este tipo de estrategia se enfocan en hacer fluidos y personalizados todos los puntos de contacto con el cliente. Se trata de aprovechar los canales de comunicación con el usuario target para crear una experiencia consistente y coherente. 

Cabe destacar que las empresas que apuestan por la omnicanalidad tienen una mayor lealtad por parte de sus clientes y, por lo tanto, mayores probabilidades de compra. Según un estudio de Omnisend, la tasa de compra se dispara hasta un 250% cuando las empresas están presentes en 3 o más canales.

Además de ser perfectas para atraer y retener consumidores, las estrategias omnicanal también aportan beneficios a las empresas. De hecho, han de ser entendidas como herramientas de mejora continua.

La transformación omnicanal de un negocio implica una revisión exhaustiva de las operaciones, procesos de venta, atención al cliente y mucho más. Esto exige cambios y redefinición de responsabilidades para brindar una mejor experiencia al cliente. 

Lo que se traduce en una mejora de la productividad y la eficiencia del desarrollo del día a día del negocio. Si se hace bien, debería reforzar los sistemas y las personas, que son los que mueven el negocio. 

Las 3 claves para impulsar la transformación ominicanal en tu empresa

Los tres puntos fundamentales en la transformación omnicanal de tu empresa son: 

Poner al cliente en el centro del negocio

La experiencia del usuario es la razón de ser de la omnicanalidad. 

Para implementar una estrategia omnicanal es importante estar visible en los medios y canales en los que se mueve el target. Hay que ponérselo fácil,  que el cliente sepa todas las opciones que determinada marca tiene y pone a su disposición. 

En este punto, se trata de concebir al comprador como un alidado o embajador de la marca, más que un comprador puntual, involucrándolo en la co-creación de su experiencia (antes, durante y después de la compra) y tratando de consolidar su relación con la marca a largo plazo. 

Ajustar los procesos internos

La implementación de una estrategia omnicanal requiere cambios en las operaciones y en el funcionamiento interno de la empresa (logística, gestión de productos, relaciones con proveedores, inventario, funel de ventas, etc.). 

El objetivo es hacer que todo el proceso de compra se adecúe a las expectativas del usuario. Por eso, es importante entender todos los puntos de contacto y adaptar los procesos al cliente. 

Simplificar la estrategia

Llevar a cabo una transformación omnicanal puede ser complejo. Supone una reestructuración continua. Las estrategias omnicanales deben ser lo suficientemente flexibles como para cambiar de rumbo y adaparse al cliente en constante evolución. 

Por eso, es importante tener una visión a largo plazo, priorizar tácticas sencillas y comunicar claramente el plan al equipo. El éxito de la omnicanalidad depende de la total comprensión entre departamentos y equipo. 

La clave está en acciones concretas y simples, que fortalezcan el compañerismo y la asociación de las diferentes piezas del engranaje. Puedes leer aquí las siete claves para potenciar la digitalización de tu empresa y ponérselo más fácil a tu equipo.